El pensamiento de Steve Jobs sobre la muerte



El pensamiento de Steve Jobs sobre la muerte

En el discurso pronunciado el día 12 de Junio de 2005 en la Universidad de Stanford, Steve Jobs hizo un relato íntimo de su apasionante vida, que merece la pena ser leído para todos los jóvenes que luchan por encontrar su futuro, pero hay algo que me impresionó de una manera especial, y es cuando a partir de los 17 años afirmaba que «si vives cada día como si fuera el último, es probable que algún día hagas lo correcto» y continuaba: «La muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así es como debe ser porque la muerte es muy probable que sea la mejor invención de la vida».

¿Que valor tiene para la vida el mal mayor que sin duda representa la muerte? El envejecimiento individual de cada ser humano es un proceso natural que permite la evolución y la conservación de la especie. Sin individuos que envejezcan y mueran, después de haberse reproducido y de haber originado individuos diferentes, que posibiliten la adaptación a condiciones adversas, no hubiese sido posible la supervivencia de la especie.

Heráclito nacido en Éfeso el año 540 a. J.C. argumentaba que todo cambia, todo fluye, todo es devenir y que cada cosa se convierte en su contraria, llegando a sentenciar: «Vivir de la muerte, morir de la vida» En su obra ‘Ensayo de Teodicea acerca de la bondad de Dios, la libertad del hombre y el origen del mal’, Leibniz trataba de justificar la bondad de Dios a pesar de la existencia del mal en la tierra. Desde entonces el concepto se ha convertido en un asunto que ha ocupado extensamente a la filósofos y teólogos. ¿Cómo Dios, de infinito poder e infinita bondad, permite la existencia del mal? Se ha llegado incluso a argumentar que si tal cosa ocurría era porque Dios o no era poderoso o no era bueno.

El teólogo Torres Queiruga interpreta de una manera comprensible la teodicea cuando señala que «el mal resulta inevitable en un mundo finito. Dios sólo podría eliminarlo a costa de destruir su propia creación, interfiriendo continuamente en ella y anulándola en su funcionamiento». El cáncer representa un buen ejemplo, consecuencia de una suma de errores en el código genético que no se han podido reparar. Sin estas mutaciones no se produciría la enfermedad, pero sin mutaciones tampoco hubiera sido posible la evolución de las especies y por tanto la aparición del hombre sobre la tierra. Steve Jobs nos ha dejado un gran legado. Su profunda filosofía sobre la vida y sus ingeniosas intuiciones seguirán dando sus frutos en el futuro, para ayuda espiritual de todos y desarrollo de nuevas tecnologías.

14.10.11  – GUZMÁN ORTUÑO PACHECO | CATEDRÁTICO DE ANATOMÍA PATOLÓGICA

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