Sí, me llamó la atención y me hizo reflexionar. Me refiero a un pequeño artículo en el diario local que decía lo siguiente: “Deprisa, deprisa, era el título de una película de Saura en una época en que de vez en cuando se veía buen cine español. Hoy parece cómo si nos hubieran grabado a fuego en el anca, como a los becerrillos, ese mismo lema que nos empuja, nos embrutece un poco y hasta nos enferma. “¿A dónde vas tan de prisa?; A ningún sitio, pero no me puedo entretener”. Al ordenador le pedimos más velocidad, más memoria que lo agilice. Las respuestas de las nuevas teles planas se miden en milisegundos. Los coches son cada vez más rápidos y que diga lo que quiera el código de la circulación. Apuramos el tiempo al rebasar un semáforo, le pitamos al de delante…”
Y en la obsesión de la prisa nos olvidamos de lo más importante. Digo de saber disfrutar de cada momento. De cada segundo de vida que este día nos regala. Concientes de que hoy no volverá a repetirse…
Está comprobado por los especialistas de la salud qué el stress y el agotamiento mental (léase también preocupación) tienen consecuencias psicosomáticas muy graves. Hay gente que sufre un problema de corazón a una temprana edad cuando podrían haberlo evitado, simplemente, disfrutando un poco más de los momentos cotidianos.
Claro qué se estarán preguntando, ¿cómo lograr esto en un mundo tan competitivo y que marcha tan de prisa? A veces es bueno encontrar una máxima, un poema o un texto bíblico que nos sirvan de brújula para aprender a ser felices.
Por ello te lo comparto, yo encontré un programa así en el poema SOLO POR HOY, escrito por el Dr. Frank Crane…claro que tendrás que detenerte, tal vez mientras saboreas y hueles el dulce aroma de un café en una vereda concurrida…o tal vez en la playa. Ahí va.
SOLO POR HOY
- Sólo por hoy, seré feliz. Esto supone que es verdad lo que dijo Abraham Lincoln, que “la mayoría de las personas son tan felices como deciden serlo”. La felicidad es algo interior; no es asunto de fuera.
- sólo por hoy, trataré de ajustarme a lo que es y no trataré de ajustar todas las cosas a mis propios deseos. Aceptaré mi familia, mis negocios y mi suerte como son y procurare encajar en todo ello.
- Sólo por hoy, cuidaré de mi organismo. Lo ejercitaré, lo atenderé, lo alimentare, no abusaré de él ni lo abandonaré, en forma que será una perfecta máquina para mis cosas.
- Sólo por hoy, trataré de vigorizar mi espíritu. Aprenderé algo útil. No seré un haragán mental. Leeré algo que requiera esfuerzo, meditación y concentración.
- Sólo por hoy, ejercitaré mi alma de tres modos. Haré a alguien algún bien sin que él lo descubra. Y haré dos cosas que no me agrade hacer, sólo, como dice William James, por ejercitarme.
- Sólo por hoy, seré agradable. Tendré el mejor aspecto que pueda, me vestiré con la mayor corrección a mi alcance, hablaré en voz baja, me mostraré cortés; seré generoso en la alabanza, no criticaré a nadie, no encontraré defectos en nada y no intentaré dirigir o enmendar la plana al prójimo.
- Sólo por hoy, trataré de vivir únicamente este día, sin abordar a la vez todo el problema de la vida. Puedo hacer en doce horas cosas que me espantarían si tuviera que mantenerlas durante una vida entera.
- Sólo por hoy, tendré un programa. Consignaré por escrito lo que espero hacer cada hora. Cabe que no siga exactamente el programa, pero lo tendré. Eliminaré dos plagas, la prisa y la indesición.
- Sólo por hoy, tendré media hora tranquila de soledad y descanso. En esta media hora pensaré a veces en Dios, a fin de conseguir una mayor perspectiva para mi vida.
- Sólo por hoy, no tendré miedo y especialmente no tendré miedo de ser feliz, de disfrutar de lo bello, de amar y de creer que los que amo me aman.
Así que, detente, no corras tanto, eleva tus ojos al cielo, levanta tus brazos en alto, llena tus pulmones de oxígeno…y da gracias a Dios por el don de la vida. CONFIA EN DIOS Y NO TENGAS PRISA!