Ellos si que son un verdadero ejemplo. Hagamos todo lo posible por ayudarles. Ellos ya se ayudan a si mismos con esa actitud luchadora. Por otra parte trabajando por ellos nos ayudamos a nosotros mismos.
Siempre hay una oportunidad para tender nuestra mano. No nos detengamos entoces. Parafraseando al apóstol Pablo: «No nos cansemos de hacer el bien que a su tiempo cosecharemos si no desmayamos.» Una sonrisa de nuestro prójimo merece cualquier esfuerzo. ¡Adelante tu puedes! J.R.R