Reflexiones sobre La Felicidad

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La felicidad

La única manera de sembrar la felicidad es compartiéndola con alguien.

Nada no es felicidad, si no se comparte con otra persona y nada es la verdadera tristeza si no se sufre completamente solo.

Amor es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad.

El deseo y la felicidad no pueden vivir juntos.

El regalo de la felicidad pertenece a quienes lo desenvuelven.

El secreto de la felicidad consiste en exigirse mucho de si mismo y nada de los demás.

es el resultado del comportamiento del estado de ánimo que nos hace sentir un gozo o placer, lograr una quietud o satisfacción que cambia nuestro interior una vez que obtenemos y amamos algún bien deseado, ya sea material, mental o espiritual.

La felicidad es un estado de la mente. No somos felices en tanto no decidamos serlo.

La felicidad no depende de lo que pasa a nuestro alrededor, sino de lo que pasa dentro de nosotros.

La felicidad no tiene recetas; cada quien la cocina con la sazón de su propia meditación.

La felicidad consiste en tener buena salud y mala memoria.

Reflexiónes de San Pablo relativas a la esencia de la felicidad, que no es otra que el amor:

 1 Si yo hablara lenguas [ uno ] de los hombres o de los ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena, o címbalo que retiñe. 2 Si tengo el don de la profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy. 3 Si le doy todo lo que poseo a los pobres y entregar mi cuerpo a las dificultades que puede presumir, [ b ] , pero no tienen amor, de nada me sirve.

 4 El amor es paciente, es bondadoso. No tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece. 5 Lo hace no a otros deshonra, no es egoísta, no se irrita, no guarda rencor. 6 El amor no se deleita en el mal, pero se alegra con la verdad. 7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

 8 El amor nunca falla. Pero las profecías, cesarán; donde hay lenguas, será silenciado y el de conocimiento, se acabará. 9 Porque en parte conocemos y en parte profetizamos, 10 pero cuando viene completo, es lo que en parte, desaparece. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como un niño. Cuando me hice hombre, dejé las formas de la infancia detrás de mí. 12 Por ahora sólo vemos un reflejo como en un espejo; entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré plenamente, así como soy conocido.

 13 Y ahora permanecen estas tres virtudes: fe, esperanza y amor. Pero el mayor de ellos es el amor. 1Corintios 13:1-13

Si obramos siempre con verdadero amor tendremos asegurada la felicidad. Sencillamente, porque el amor no hace daño al prójimo.

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