Uno debe luchar siempre por lo que quiere, por los anhelo y sueños que Dios ha puesto en nuestro corazón. Nunca hay que rendirse tan facilmente, ningún agricultor a lenvantado una gran cosecha sin trabajo y perseverancia. Hoy debes cambiar tu manera de pensar, piensa que puedes y podras. Recuerda la promesa de Dios para tu vida y declárala con fe:
«¡Todo lo puedo en Cristo que me fortalece!» San Pablo en la Biblia. ¡Adelante! ¡Tu puedes!